Crearon placas con cáñamo: «Será una revolución en la construcción»

Leandro Suárez es arquitecto y docente de la Universidad de Río Negro. Junto a su socio, Martín Ancatén crearon en General Roca un producto innovador y sostenible que aspira a revolucionar el mercado de la construcción.

Junto a Martín le dieron forma a Modo Domo, un emprendimiento que se dedica a la atractiva tarea de levantar domos. Contó que en la búsqueda sobre una construcción no convencional, surgió la inquietud de crear un material nuevo con mejores condiciones que esté hecho en la zona y genere múltiples beneficios. 

Modo Domo es uno de las 30 iniciativas seleccionadas en el programa Emprendedores Río Negro -en la edición 2023- que desarrollan Banco Patagonia y la fundación Nobleza Obliga.

El arquitecto contó que decidieron avanzar un unas placas que tienen base de cáñamo industrial, considerando su fibra y tallo. El tallo -destacó- contiene la materia gruesa y la fibra, la resistencia. “Eso mezclado con resinas naturales generan un amalgama ideal para estos productos”, explicó.

La innovación surgió porque ambos buscaban algo que sea sustentable, ecológico, que colabore con la huella de carbono y la economía circular. Comentó que las placas de OSB llegan de Brasil y eso tiene un impacto negativo en la huella de carbono por el recorrido que debe hacer. “La vivienda y la construcción generan el mayor impacto”, acotó.

Para concretar la idea, Modo Domo se acercó a la fundación GEN que se ocupa del desarrollo del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en el Alto Valle. Tiene el primer predio habilitado para el cultivo. El remanente, que es un tallo que contiene las fibras, es usada para las placas. De esta forma, apunta Martín, sirve para el proyecto y colaboran para que se desarrolle la circularidad en la economía del lugar.

Leandro es uno de los creadores de Modo Domo

En cuanto al proceso de armado de las placas, se necesita una maquinaria precisa, algo costosa aunque también se pueden desarrollar las máquinas.

Martín mantiene la charla con este medio desde un sillón ubicado en su casa, un domo. Se disculpa porque -dice- está todo desordenado. “Primero vimos los beneficios en los tiempos y costos. Y después, valoramos el tema espacial. Generamos una burbuja libre de apoyos, columnas, obstrucciones. Con una sola cáscara cubrimos un espacio habitable con menores costos”, señaló y agregó que “el sonido y la energía corren diferente”.

Martín se muestra orgulloso de su creación. Describe a las placas como algo absolutamente innovador que será una revolución en el mercado de la construcción.