Rescatadores de alimentos: «Evitamos el desperdicio para reducir el hambre y la malnutrición»

Si googleas ‘Pablo Algrain’ aparecen muchas fotos del casamiento de Lionel Messi y Antonela Rocuzzo en Rosario. La relación en principio se presenta inexplicable aunque existe un motivo. 

Pablo es ingeniero industrial y admite que durante la carrera nunca imaginó que uno de los destinos posibles era convertirse en el coordinador de la Red Argentina de Bancos de Alimentos. Primero lo hizo durante seis años en Rosario y este año asumió el exigente desafío que incluye 18 bancos de alimentos en distintos puntos del país. 

Comentó que el modelo se replica a nivel mundial con cerca de mil experiencias en todos los continentes. El formato se adapta a las particularidades de cada lugar que contempla, por ejemplo, la idiosincracia y la economía. En Argentina brotaron como una consecuencia natural del cimbronazo social que provocó la crisis de 2001. Y en 2004 se creó la red nacional que agrupa a todos los bancos de alimentos. 

La tarea principal es rescatar el alimento apto para consumo y distribuirlo en organizaciones sociales, como comedores, merenderos. También clubes y cooperativas. “Siempre hay productos que no se pueden vender por distintos motivos, errores de packaging o vencimientos. No se aprovechan y se tiran a la basura”, explicó Pablo.

Encuentro nacional de presidentes y directores de los Bancos de Alimentos

Considera que el alimento disponible que no se va a consumir es un problema para todos. Y no solo para la empresa porque no pudo venderlo, sino también por el impacto que genera en el ambiente. Señaló que, en definitiva, se trata de una acción concreta para darle una utilidad social antes de que sea arrojado a la basura. 

La Red realiza alianzas con productores, distribuidoras y grandes empresas. Siempre se busca -acotó Pablo- que la cantidad de excedentes sean pocos por una pretensión de eficiencia, “pero si existen, buscamos que se canalicen a través de los bancos de alimentos”. 

Destacó que este proceso brinda transparencia a las empresas. Los bancos tienen el registro de las organizaciones que reciben la mercadería y entregan un informe de trazabilidad sobre el uso que se le dio a los alimentos. 

En Argentina la Red agrupa a 18 bancos de alimentos y 7 iniciativas que recién están dando sus primeros pasos. Se distribuyen en distintos puntos del país, como Buenos Aires, Mendoza, Santiago del Estero, Jujuy, Salta y Neuquén.

Hay mucho desperdicio de frutas y verduras

El impacto de la pandemia en el desperdicio de alimentos provocó que el problema sea cada vez más difícil de resolver. Las cantidades se han incrementado en los últimos años. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se desperdician alrededor de 931 millones de toneladas cada año, lo que representa un 17 por ciento del total disponibles para consumidores. 

Pablo está convencido de que si se mejora la gestión de los alimentos se puede ayudar a muchas personas. Y el panorama es preocupantes porque los índices revelan que las personas que no acceden a una alimentación adecuada aumentó considerablemente en el último tiempo. Hay dos problemas diferentes que los bancos solucionan, apuntó Pablo; uno es evitar el desperdicio, y el otro, ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad. 

En cuanto a la legislación, el coordinador de la Red opinó que “en materia impositiva se podría hacer mucho más para favorecer este trabajo. Por el esquema actual, muchas veces a una empresa le resulta más conveniente tirarlo que donarlo”. 

Es importante la cantidad de fruta y verdura que se convierte en desperdicio. Muchas veces porque no tiene la forma o el color deseado para la comercialización. Y en otras porque, por una cuestión de mercado, al productor le resulta más conveniente no levantar la cosecha. 

“Son volúmenes muy grandes que no se aprovechan y son alimentos nutritivos que podemos distribuir. La logística no es simple porque esos rescates se realizan, por lo general, de un único producto en un lugar determinado del país y en grandes cantidades”, explicó Pablo y destacó que las organizaciones son sin fines de lucro, por lo tanto exige una creativa gestión para concretar la distribución. 

La Red tiene el orgullo de poder mostrar en números el trabajo realizado en todo este tiempo: 31.5 millones de alimentos entregados  a 1.6 millones de personas. 

Sobre la anécdota con Lionel Messi, Pablo confirmó que es cierto que cada vez que buscan su nombre en Internet aparece el ídolo futbolero acompañado de Antonela. “Es que cuando se casó, donó bebidas y productos que habían quedado de la fiesta al banco de alimentos de Rosario que yo coordinaba. Por eso salí en todo el mundo”, contó y sonrió. 

Escuchá parte de la entrevista radial