Pedro Friedrich está convencido de que tiene mucho sentido dar pasos firmes hacia un cambio. En un momento de su vida entendió que el mundo en el que nacieron sus hijos tiene muchos y serios problemas, además de un mensaje apocalíptico. Es que si no hacemos algo rápido y concreto será una tierra difícil de habitar.
“Por eso me metí en la temática ambientalista y en regenerar la trama social. Como padre sentí que tenía que hacer algo, que sea efectivo y se pueda medir”, contó Pedro en el programa radial Pausa que conduce Vivian ‘Lulú’ Mathis.
Es director de la fundación Banco de Bosques, copresidente del Directorio y miembro del Consejo Empresario de Sistema B Argentina y director de Tonka S.A., una empresa B Certificada que fabrica componentes y dispositivos de seguridad para artefactos de gas. Hoy se enfoca en energías renovables y se proyecta hacia una unidad de negocio de regeneración. “Es un desafío hermoso”, sintetiza sobre el triple compromiso.
Para Pedro, la economía que nació en la revolución industrial, bajo las premisas de maximizar la rentabilidad y minimizar los costos, “se llevó puesto al planeta”. Reflexiona que hicimos mucho daño a los ecosistemas sociales y naturales. Ahora nos toca arreglarlo. Por eso habla convencido de la regeneración.
Es un concepto que viene a reemplazar muchas otras expresiones anteriores, como Responsabilidad Social Empresaria, sustentabilidad o sostenibilidad. Porque con eso -acota- no alcanza.
«La economía que nació en la revolución industrial, bajo las premisas de maximizar la rentabilidad y minimizar los costos, se llevó puesto al planeta»
La regeneración significa las actividades humanas que vuelven a crear más vida en calidad, cantidad y diversidad. “Y lo bueno de la regeneración es que podemos medir el antes y el después. Tiene que haber un resultado neto”, explicó y destacó que es una idea muy vinculada a las necesidades que surgen frente a las problemáticas actuales.
Entonces, los ecosistemas naturales que regeneremos van a volver a capturar el carbono que emitieron cuando nosotros los degradamos o hicimos un cambio de uso.
“Por eso, la nueva economía es la de los negocios que fueron creados para solucionar un problema. No es negocio el que solo fue creado para ganar dinero y después ve cómo incluye de alguna manera al ambiente y la sociedad”, opinó.
Entre tantas actividades, Pedro trabaja en la red de comunidades rurales. “Nos dedicamos a las personas que están lejos de todo, menos de la pobreza”, señaló. Dijo que principalmente son comunidades originarias que sufren la imposibilidad de integrarse a la sociedad y “tampoco les permitimos hacer la vida de siempre en el monte porque lo intervenimos. Lo desmontamos o lo que quemamos, rompimos un equilibrio milenario”.
Una pregunta que se repite con frecuencia en la comunidad es cuánto puedo incidir con mi aporte en -por ejemplo- la crisis climática. Sobre este planteo, Pedro considera que no hay que especular con el final de la historia.
Repite una consigna como un mantra: “nunca dejemos de ponernos en marcha”. Asegura que sucede algo mágico cuando lo hacemos porque la angustia baja frente a la problemática planetaria, veo más claro y tomo mejores decisiones.
Lo que importa es cuál es el próximo paso que voy a dar.“Es que si todos damos los pasos en la dirección que creemos correcta, probablemente el final sea otro”, aseguró.
(Escucha la entrevista completa en PAUSA)