Para «romper muros»: creó la primera radio hecha por pacientes psiquiátricos

Alfredo Olivera tenía 24 años cuando ingresó por primera vez al hospital psiquiátrico Borda como voluntario de la Asociación Civil Cooperanza. Recuerda con nitidez el viaje que hizo en el colectivo de la línea 95 para luego ingresar a los patios del hospital. Se encontró con un jardín de gente que llevaba muchos años de internación, la mayoría estaba desconectada de lo que sucedía afuera.

Alfredo es psicólogo, vive en París y celebra en estos días el cumpleaños 31 de un proyecto que moldeó en el Borda y hoy se replica en el mundo.

Volvía de un viaje a San Luis cuando un circunstancial compañero de asiento en el colectivo le contó que tenía un programa en una FM comunitaria. Y al enterarse de su tarea en el hospital psiquiátrico, le propuso al psicólogo contar la experiencia en la radio. “En ese momento se me ocurrió que podía ser más interesante que hablen ellos, en primera persona”, contó Alfredo que buscó de inmediato un grabador de periodista e impulsó la rueda mágica.

Radio La Colifata, un proyecto que ataca las estigmatizaciones

La consigna esencial de la iniciativa fue tender un puente que conecte realidades distintas y que las personas que están confinadas puedan ser parte del proceso de construcción colectiva de un discurso.

La Colifata nació en un formato de micro programa que era grabado los sábados en el hospital psiquiátrico de la Ciudad de Buenos Aires. Y la edición se cumplía de forma rudimentaria en una doble casetera. La reacción de la audiencia fue instantánea y abrasadora. Dos meses y medio después el programa llegó a Rock & Pop de la mano del genial locutor Lalo Mir. Y se interesaron muchas radios más.

Cuando los primeros pasos de La Colifata se difundieron, Sergio Suez -un creativo hacedor en los medios de comunicación de Bariloche- organizó unas vacaciones en la localidad turística para los protagonistas del proyecto que -por supuesto- agradecieron el generoso gesto, aunque también sintieron que debían preguntarse qué podían hacer como devolución.

La radio se puede escuchar hoy en toda la Ciudad de Buenos Aires

Y así surgió la idea de intervenir en los problemas de otros. En esa oportunidad organizaron un evento para asistir a chicos y chicas en situación de calle de la ciudad.

“Se fue convirtiendo en un tejido que permitió que personas con diagnóstico psiquiátrico se puedan expresar. La comunidad se encontró con esas voces que eran esperadas desde un lugar muy estigmatizado, idealizado o banalizado”, reflexionó.

Alfredo recuerda el significado de los primeros mensajes de los oyentes que llegaron a la radio. Eran reunidos y el sábado compartidos en el Borda. Los hacedores del programa recuperaron así el sentimiento de esperar algo. “Volvía eso que habían lanzado”, dijo.

Lalo Mir es padrino de La Colifata

Hoy tienen una radio propia que se puede escuchar en toda la ciudad de Buenos Aires con estudios, ya no solo en el psiquiátrico sino también en el seno de la comunidad. La Colifata creció y ahora desarrolla otros proyectos, como la E-Verdulería que vende frutas y verduras sin agrotóxicos.

Y crearon además el sello colifato que es otorgado a proyectos productivos de otros colectivos que estén en situación de pobreza, se organizan para salir de esa condición y lo hacen cuidando el medio ambiente.

Alfredo repasa el camino transitado y siente que es un regalo que el proyecto que ideó hace 31 años produzca sentido para un colectivo tan grande, “a tal punto que hoy existen colifatos y colifatas en todo el mundo”. Contó que a partir de septiembre La Colifata se asociará al grupo hospitalario universitario de París que incorporará el desarrollo de proyectos radiofónicos y de televisión al sistema de salud mental.

La radio que nació en el Borda tiene ya varios ‘hijos’ por el mundo, como Radio Nikosia en Barcelona, Radio 180 en Manua y Leon Lid en Toulouse.

“Los medios de comunicación pueden estar al servicio de cosas horribles. Y también al servicio de procesos saludables que no dejan de ser conmovedores. Muchas personas salieron de la internación, algunas tienen sus proyectos y otras, trabajo”, valoró Alfredo con un orgullo inocultable.

Escucha parte de la entrevista radial