«Austero y moderno»: diseñó un modelo de violín accesible para orquestas juveniles

Hernán Rojo es luthier y talló paciente durante años un sueño que va tomando su mejor forma. 

El Sixto es el nombre del proyecto que nació con el objetivo de desarrollar una familia de violines, de fácil construcción -con un costo económico bajo- y utilizando materiales reciclados como muebles, tablones.

«La intención original del programa es que el violín llegue gratis a todas las orquestas infantojuveniles, sociales, populares o clásicas», explicó ilusionado desde su taller en Córdoba, rodeado de infinita viruta, herramientas e inconclusas creaciones.

Durante un buen tiempo trabajó en el diseño de un violín distinto a los tradicionales, con un concepto innovador. «La idea fue que sonara bien, que tenga buen volumen y sea cómodo para tocar», comentó.

Rafael Gedda y Hernán Rojo junto a sus creaciones

Un paso importante fue cuando en 2021 ganó un concurso propuesto por el Fondo Nacional de las Artes y se hizo de una beca para avanzar en el desarrollo de los instrumentos. Con ese impulso pudo hacer la prueba de materiales, de acústica y la elaboración de planos. Luego, en el Festival de Cosquín presentó con orgullo su proyecto. El año pasado lo hizo en la cumbre de Economía Circular que se desarrolló en Córdoba y en la exposición de la Asociación Argentina de Luthier, en Buenos Aires.

«La idea fue que sonara bien, que tenga buen volumen y sea cómodo para tocar»

2022 fue un año de crecimiento para la noble iniciativa. Hernán pudo generar un sólido y productivo vínculo con la Orquesta Sinfónica de Instrumentos reciclados de Córdoba, que tiene su inspiración en la orquesta de Cateura en Paraguay. Mediante la reutilización de materiales, la orquesta fusiona el arte con el ambiente y la inclusión social.

“Tenían algunas dificultades con los instrumentos de latas, por una cuestión de comodidad y el peso. Nos pidieron que los capacitemos para que puedan hacer sus propios instrumentos”, contó.

La iniciativa no para de crecer

Trabajaron durante los últimos cuatro meses del año y la mitad de la orquesta ahora utiliza violines, violas y chelos de El Sixto. El luthier se mostró muy contento por el trabajo realizado y destacó el cambio en la sonoridad. Dijo además que para este año tienen previsto trabajar con otras dos orquestas en Córdoba, la Mediterránea y la que se encuentra en el barrio Angeleli.

El luthier define su creación bajo un concepto que sintetiza en «austero y moderno». Comentó que muchas veces utilizan tirantes viejos de pinotea para las tapas. Y para los fondos y mangos, algarrobo, nogal o guayubira. «Funcionan muy bien, tienen un peso y una acústica adecuada», aseguró.

Su guía fue el maestro Franco Ponzo, un napolitano que daba cursos de lutería por las noches. Vio el anuncio en un diario mientras esperaba ser atendido por el odontólogo y fue. Así empezó todo.

Para Hernán el violín debe ser una oportunidad de promover la inclusión social. Considera relevante que la tradición asociada al violín no sea un condicionante para los jóvenes que desean aprender a tocarlo.»Su origen europeo y la música clásica influyen de forma consciente o inconsciente. La idea es que con estos violines sientan que pueden hacer su propia historia».