Alegría Intensiva: payasos de hospital que convierten llantos en risas

Cuando los payasos ingresaron a una habitación del hospital Garrahan, se encontraron con una niña que lloraba desconsolada. Ella los vio envuelta en tristeza y continuó. Uno de ellos advirtió que una canilla también ‘lloraba’ -con un repentino chorro de agua- apenas pisaba el pedal. Todos empezaron a hacerlo y la niña comenzó a reír.  

A la semana regresaron los payasos y su mamá les contó que había jugado con la canilla con pedal mágico. “Esa es una historia que siempre recuerdo porque me mostró cómo el juego, el arte, permitió expresar esa emoción a través de un elemento. Es poder leer lo que el otro necesita del arte que llevamos”, contó Irene Sexer, directora artística de Alegría Intensiva. 

Alegría Intensiva es una ONG integrada por artistas profesionales que busca mejorar la experiencia hospitalaria de niños, niñas y adolescentes, sus padres y madres, y el personal de los nosocomios a través del clown y otras disciplinas artísticas.

La iniciativa nació hace 14 años e Irene fue convocada de inmediato porque era clown. “No sabía que se podía hacer de forma profesional, con actores y actrices. Pensé en su momento que era algo más de entretenimiento, de animación”, señaló y agregó que luego de conocer cómo lo hacían en Brasil, vio que era una idea posible. Lo definió como un hecho artístico que transforma momentos particulares y frágiles. 

Su primera experiencia como payasa en un hospital fue en el Garrahan y fue maravilloso. Siempre elige la palabra ‘mágico’ para describir lo que sucede en ese encuentro por cómo se transforma el ambiente. Primero miran y luego entienden que el sentido es el juego.

Recordó que en los inicios eran apenas 5 y hoy son 22 profesionales que deciden convertir la atmósfera de los hospitales. Junto a Silvina Sznaijder se ocupan de la coordinación y de un centro de formación para capacitar en la técnica del clown y la formación como payasos de hospital, una especialización que crece. 

Irene está convencida de que el lenguaje del clown permite abordar los estados de ánimo. “El ámbito hospitalario cambia por la posibilidad de volver a jugar, conectar con la imaginación, la música, lo disparatado y con los climas amorosos para drenar alguna emoción”, definió.

Admitió que la experiencia cambió su óptica sobre lo que significa subirse al escenario. En Alegría Intensiva ya no debía entregar su arte, “había que hacer un diálogo, en el sentido de poder leer lo que está sucediendo. No importa tanto mi talento, sino cómo entregarlo. Eso me dio el hospital”. 

Hoy trabajan en 10 hospitales pediátricos, o en sector pediátrico, de la ciudad de Buenos Aires, La Plata y Vicente López. Durante la pandemia generaron mucho material audiovisual para llegar con videos personalizados a los pacientes. 

Este puñado de artistas encontró en el hospital un espacio para crear junto a los niños internados otro tipo de experiencia. Para Irene, un hecho artístico es un hecho transformador, tanto para el que lo hace como para el que lo recibe. “Y Alegría Intensiva nos transformó a todos”. 

Escucha parte de la entrevista radial