«Genera esperanzas»: levanta casas con botellas de plástico para familias vulneradas

La idea de Alfredo Santa Cruz se encendió en las penurias de la crisis. Es electricista y en el año 2000 perdió su trabajo. Con algo de desesperación salió a buscar una tarea que genere ingresos para su familia. Y el desafío no fue simple. Dice que en ese tiempo, Puerto Iguazú -en Misiones- se había convertido en un pueblo fantasma. No había trabajo para nadie.

“Salí a buscar residuos, clasificarlos y venderlos a las plantas de reciclado”, contó y agregó que un pedido de su hija más chica lo acercó al proyecto que hoy se difunde por el mundo. Ella quería una casa del árbol, pero era un costo muy alto para Alfredo en ese momento. Por eso decidió construirla con botellas de plástico y ahí brotó la idea.

Alfredo construye casas ecológicas con botellas plásticas, además de difundir la técnica, organizar cursos y seminarios.

“Esta es una alternativa que genera esperanza para la gente que quiere salir de la pobreza trabajando”, definió. Casa de las Botellas es un emprendimiento familiar que nació por una necesidad económica y hoy es descubierta por medios de comunicación de todo el mundo. Por su creación desfilaron canales de televisión de Francia, Italia y el último fue encabezado por una periodista de China. “No sé qué me dijo pero mostraba mi casa y a mí…”, comentó sonriente y orgulloso.

“La propuesta es demostrar que podemos tener una actividad ecológica, social y cultural»

Esta técnica que desarrolla Alfredo se convirtió en una solución para muchas familias vulneradas que no tienen la posibilidad de comprar materiales tradicionales para hacer sus casas. Ya construyeron 82 viviendas de distintos tamaños. “Muchas son de personas que han vivido antes en extrema pobreza”, valoró.

Alfredo viaja al lugar que sea necesario para asistir en la construcción, brindar talleres o cursos. La mayoría de las casas están construidas en el norte del país, también en Brasil, Paraguay, Colombia y Ecuador.

Las personas que deseen levantar su casa de botellas de plástico deben ocuparse de reunir los materiales. Contó que utilizan tetra pack, maderas de pallet para hacer la parte estructural, tornillos, alambres que pueden conseguirse en cualquier lugar. La técnica está disponible en YouTube.

Y Alfredo reúne el dinero necesario para viajar con la venta de distintos productos. “Estas casas son recomendables en lugares cálidos, aunque tenemos un antecedente en Comodoro Rivadavia que funcionó muy bien”.

Una casa normal puede consumir entre 12 y 18 mil botellas que evitan que terminen en la naturaleza. Por eso, muchas veces es convocado por docentes porque interpretan que esta iniciativa genera conciencia ambiental.

El camino recorrido no fue solitario para el creador de Casa de las Botellas. Muchas personas, entre ellas arquitectos e ingenieros, ayudaron a consolidar el proyecto.

“La propuesta es demostrar que podemos tener una actividad ecológica, social y cultural. Y la pata turística, que visita la Casa, nos permite sustentar el proyecto”, explicó y destacó que la pandemia impactó muy fuerte en la economía del emprendimiento. Por eso están retomando de a poco las actividades.

Asegura que pronto volverán a regalar casas para gente que eligen. «Las entrevistamos y si dicen que están de acuerdo en trabajar en conjunto con nosotros, lo hacemos. Aceptan las reglas de juego y vamos con un grupo de voluntarios. En una semana la casa queda completamente modificada”.

Para Alfredo, esta idea que nació mientras construía la casa del árbol para su hija es una esperanza. Significa que se puede salir de la pobreza, que se pueden mejorar las condiciones de vida. Y, además, cuidar el planeta, “pero hay que capacitarse. Materia prima hay disponible, solo hay que saber usarla”.