Santiago Bilinkis es emprendedor, tecnólogo y autor de Guía para sobrevivir al presente, un libro que publicó en 2019. Su trabajo se refiere a cómo el teléfono celular afecta nuestras vidas. En definitiva, el impacto de las nuevas tecnologías sobre el cerebro, la educación, el trabajo y el uso del tiempo libre.
“Se trata de cómo nos paramos frente a la adictividad digital que nos producen los dispositivos”, sintetiza Santiago y agrega que hoy es natural encontrarnos con una constante: tanto en una sala de espera, en una reunión familiar o en el entretiempo de un partido de fútbol, la gente tiene su cabeza inclinada hacia la poderosa pantalla que absorbe toda la atención.
Y ese paisaje social no es casualidad -continúa Santiago- porque hubo gente que se propuso que esto pase. Y va en aumento. Considera, entonces, que es necesario reflexionar sobre el tema y evaluar en qué medida estamos a merced de los algoritmos de las computadoras y de la inteligencia artificial aplicadas por distintas compañías tecnológicas para controlar nuestras vidas.
Cómo salir de esta compleja realidad es un tema que apasiona a Santiago. Y asegura que el problema es cada vez más grande. Por un lado, hoy hay chicos menores de un año con acceso a teléfonos celulares o pantallas. Y además se agrega el metaverso que en 8 años será un elemento a considerar.
“Si se puede generar adictividad en una pantalla cuadrada, plana, chica, imagínate si te creo un mundo inmersivo, realista, multisensorial donde todo es como soñás que sea”, se preguntó con un tono de auténtica preocupación. El reconocido tecnólogo supone que habrá mucha gente que no podrá salir del mundo virtual, “no van a querer volver al mundo real”.
“Si se puede generar adictividad en una pantalla cuadrada, plana, chica, imagínate si te creo un mundo inmersivo, realista, multisensorial donde todo es como soñás que sea”
En materia de cambios recientes que buscan generar más adicción a las pantallas, Santiago observa que Tik Tok rompió la regla más básica de las redes: que son sociales; eso significa que el contenido publicado involucra a amigos, familiares y personas que por algún motivo despiertan interés.
“Lo que introdujo Tik Tok es que cada vez te llega más contenido de gente que no conoces. El criterio se basa en cuestiones virales. Es que si tengo todo el contenido generado en el mundo en la última semana construye una experiencia que te vuela la cabeza”, comentó y agregó que, por eso, es hoy la app más adictiva.
Ya no nos conectamos con familiares o amigos. Y como pasamos mucho tiempo frente a las pantallas, recibís entretenimiento, algo de información, “pero nada de eso contribuye a tu inserción social”.
Considerando este panorama, es innegable la importancia de revisar el impacto de las redes en la salud mental. “La forma en la que vivimos hoy con la hiperconectividad está haciendo estragos en la cabeza de muchas personas. Y a su vez, es difícil de dejarlo”, señaló.
El caso de Simone Biles, una de las mejores gimnastas de todos los tiempos, permitió que se hablara del tema. La norteamericana se retiró de los Juegos Olímpicos de Tokio (2021) por problemas de salud mental en un intento de proteger su cuerpo y su mente. A partir de este episodio, otros atletas olímpicos admitieron que abandonaron las plataformas de las redes sociales para proteger su bienestar mental.
Bilinkis recordó un estudio que indica que el crecimiento de los trastornos de ansiedad, ataques de pánico y depresión en adolescentes -principalmente en mujeres- en la última década es bestial. “No hay evidencia científica para decir de forma incontrovertible que la causa es el uso de las pantallas y las redes sociales, pero no se me ocurre ninguna otra hipótesis. No hay otra cosa que haya cambiado tanto la vida de la gente en los últimos años”.
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