Santiago Bilinkis: Qué hacer frente al desempleo que genera el avance de la tecnología

Cuáles son las ideas que pueden servir para afrontar los exigentes desafíos del futuro más inmediato. 

Santiago Bilinkis es un fascinado por la ciencia y la tecnología. Y disfruta mucho hablar de eso. Escribió Pasaje al Futuro y Guía para Sobrevivir al Presente, además tiene una columna en el programa de radio Todo Pasa de Urbana Play y en la Revista de La Nación. 

A propósito de las ideas que pueden diseñar herramientas para actuar en escenarios globales complejos, Santiago habló en 2016 del ingreso universal, un sistema en el que todos los ciudadanos o residentes de un país reciben regularmente una suma de dinero sin condiciones. En ese momento creyeron que su planteo era delirante. Hoy -en cambio- existe una fuerte ofensiva política para instalarlo. “Pasó de ser la idea de un trasnochado a estar en la agenda pública”, reflexionó. 

En la charla TEDxRiodelaPlataSalon se preguntó si ‘trabajo’ e ‘ingreso’ van a estar siempre relacionados, o si vamos hacia un futuro donde esta relación se rompa. 

“En realidad, me pregunto si es posible no hacerlo teniendo en cuenta que estamos en un mundo que por reemplazo del trabajo humano por máquinas, robots y distintas formas de automatización podemos producir la misma riqueza pero la mitad de la gente del planeta no es necesaria para generarla”, reflexionó. 

Recordó al filósofo y profesor de historia de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Yuval Noah Harari, que habla de “la clase inútil”. Y no es porque no tenga cualidades, sino porque no hace falta. Se puede producir y prescindir de un amplio sector de la población. “Frente a este escenario dramático, o rompemos la relación trabajo-ingreso o la mitad de la población mundial no va a tener ingresos porque no tendrá trabajo”. 

Con el paso del tiempo, Santiago le dio una vuelta de tuerca a la idea inicial. 

Considera ahora que si se implementara el ingreso universal, muchas personas disfrutarían solo en el primer período de cobrar y no trabajar. Pero después ya no, “porque el trabajo no nos da solo el ingreso, también significa un desafío que nos pone en contacto con gente interesante, son actividades para hacer. Con el paso del tiempo los que no trabajan se van a preguntar por qué otros tienen algo estimulante para hacer”. 

Por lo tanto, el escenario es distinto aunque igual presenta algunas complejidades. En cambio, qué pasa -se plantea Santiago- si todos trabajamos la mitad del tiempo con el mismo sueldo. “Cuando planteas esto, a la gente le parece bien, le gusta. Entonces, no es tanto el ingreso universal, sino la redistribución del trabajo, el acortamiento de la jornada. Y esto no es tan delirante, ya hay países que lo hacen como en Nueva Zelanda». 

El reconocido divulgador tecnológico acepta que no es fácil insertar estos conceptos en la comunidad porque somos descendientes de inmigrantes que se rompieron el lomo para salir adelante. La idea de esfuerzo como progreso y movilidad social es aún imperante. 

La primera vez que habló de ingreso universal fue en el Coloquio de Ideas en Mar del Plata. Imagina que los presentes pensaron que estaba loco. Aunque dos años después, el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos habló del tema. Y en poco tiempo formó parte de la agenda pública. 

Sobre la factibilidad de poner en práctica ingreso universal, dice que para un país de ingresos medios bajos y problemas macro económicos, “parece poco realista”. Es más, opina que podría funcionar en países desarrollados, salvo que exista un acuerdo internacional en el que las naciones más ricas subsidien a las más pobres. “Y hoy no parece que estemos cerca de que eso suceda».

Santiago piensa que no podemos tomar el trabajo como la medida de la dignidad de las personas porque mucha gente no va a tenerlo por cuestiones estructurales. “En el nuevo paradigma, la falta dignidad no puede pasar por tener un plan social”.

“Hay pocas cosas que son peor vistas en la sociedad que la vagancia, pero si vamos hacia un mundo donde no habrá trabajo para todos, tenemos que reconsiderar esta idea”, reflexionó.