La urgencia de ‘desplastificar’: “Nos pasamos de la raya”

Agustina Besada se define como una profesional de la sustentabilidad. Dedica su vida a hacer un mundo más sustentable, balanceando aspectos ambientales, económicos y sociales. 

Estudió diseño industrial y luego hizo una maestría en sustentabilidad. Nada estuvo del todo claro hasta que un libro llegó a sus manos en Barcelona y significó la puerta de ingreso para desplegar su vocación. “Esto es. Esto es lo que quiero hacer”, recordó sobre su reacción al leerlo. 

De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en la que hacemos las cosas es un libro publicado en 2002 por el químico-ecologista alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense William McDonough. Proponen una forma distinta de interpretar el ecologismo. Observan que nuestras principales preocupaciones medioambientales son provocadas o agravadas por el consumo siempre creciente de bienes y servicios. Y que el reciclaje es apenas una aspirina “que alivia una resaca de sobreconsumo”. 

Agustina en el velero Fanky

“Siempre me voló la cabeza ver la cantidad de recursos despreciados en la basura”, contó en el programa radial Pausa que conduce Vivian “Lulú” Mathis. Siempre intentó perseguir una curiosidad. En Estados Unidos dirigió un centro de reciclaje que contenía un importante componente ambiental, “pero también dependía de un grupo de recuperadores. Había una pata social importante. Me marcó mucho esa experiencia y trabajar con basura me enfocó en los plásticos”. 

En 2018 vivió una experiencia muy rica que unió Nueva York y Buenos Aires en un velero de 11 metros. Tomó muestras de plásticos en los lugares más remotos del océano y entrevistó a expertos sobre la problemática y las posibles soluciones. En esa travesía apareció National Geographic que se interesó por un proyecto diseñado para las escuelas. «Ahí me gané el magnífico título de exploradora», recuerda orgullosa.

En el camino donde brota la curiosidad, nació Unplastify, una empresa social que plantea cambiar la relación humana con el plástico. “Está fuera de control”, advirtió y agregó que tratamos con un material que es indestructible, de manera descartable y usado de forma excesiva. “Y el reciclaje no es el único camino, es fundamental poner foco en la prevención”, señaló. 

El emprendimiento trabaja en tres áreas: programas educativos, con empresas y políticas públicas. Lo hacen con el objetivo de acelerar los procesos de ‘desplastificación’; “que debe ser sistémica”, subrayó.

Agustina ve a la basura como un problema de diseño. En la naturaleza -explica- no existe el concepto de basura porque todo recurso es aprovechado por otro organismo. Si ese descarte se transforma, se gestiona o rediseña puede ser un recurso muy valioso para otro agente del ecosistema. 

Está convencida de que gran parte de los problemas ambientales que tenemos tienen que ver con el consumo excesivo. Es la idea cultural de que “más es mejor”. Por eso -asegura- es clave el consumo responsable. Eso significa que es necesario que nos informemos para tener más control sobre las decisiones que tomamos y no seamos víctimas del marketing. 

Braungart y McDonough señalan en su libro que el impulso devorador de la cultura occidental es comparable a la adicción de alguna droga y que la mejor manera de reducir cualquier tipo de impacto ambiental no consiste en reciclar más, sino en producir y tirar menos. 

Para Agustina la basura es un error de diseño

Se estima que 8 millones de toneladas de plástico ingresan a océanos todos los años. Nunca se biodegradan, pero sí se rompen en pequeñas partículas que son ingeridas por animales e ingresan a la cadena alimenticia. “Estamos ingiriendo el equivalente a una tarjeta de crédito por semana”, apuntó Agustina y agregó que ya se encuentra plástico en la sangre y los pulmones. Y solo el 9 por ciento de los plásticos se recicla. 

Concluye que “nos pasamos de la raya”. 

Agustina no se percibe ambientalista. No es lo que hace. Ella es activista y comunicadora. “Si solo vemos la parte ambiental, vamos a cometer errores. Hay que considerar la parte social y económica también. La mirada hoy tiene que se integral”. 

Escucha la entrevista de Pausa