Hace prendas con plantas y desechos de cocina: “La industria textil es muy contaminante”

Ain Nieva vive hace siete años en la localidad neuquina de Aluminé, es diseñadora textil y amante de la naturaleza. Durante su formación en la UBA, hubo algo que le provocó un especial rechazo y significó el mayor impulso para su actual emprendimiento.

“Descubrí que la industria textil es muy contaminante y nociva. Eso siempre me hizo mucho ruido y no quise seguir con esa rueda”, contó. Por eso creó Ain Textil Natural, una iniciativa que une sus dos amores, el diseño y la naturaleza; confecciona prendas con tintes naturales, y prescinde así de los colorantes que contaminan el ambiente.

Ain se crió en un barrio de Neuquén rodeado de naturaleza con constantes mensajes de preservación del entorno. “Cuando estudié y descubrí que algo que me gustaba tanto, contaminaba, sentí que tenía que encontrar una vuelta”, comentó y destacó que el teñido contamina mucho las aguas. Investigó y encontró una forma natural de hacerlo.

Apenas se recibió, no pasó un minuto más en la gran ciudad y volvió al sur. Empezó a experimentar con plantas y el lugar, Aluminé -envuelto de una poderosa naturaleza- sirvió de inspiración para generar las estampas y los tintes para las telas. “De esta forma logré coherencia con el sentir, pensar y hacer”.

El color para las prendas se logra con las plantas y también con los desechos generados en la cocina de cualquier casa, como yerba mate, restos de cebolla o palta.

“Cada pieza se conecta con la emoción. Es un ser vivo más y tiene una energía particular porque cada planta tiene su vibración y eso se traslada a la prenda. Eso hace que sea única”.

Durante la pandemia creció el interés de la gente por estas prácticas; “recibo muchas preguntas sobre las técnicas de estampado, siempre digo que es una experiencia constante. En el momento de buscar un color influye el momento en el que tomé la planta, la estación del año, mi energía. No hay nada exacto”.

Para Ain se trata de un textil con una historia, una energía, con vida. “Por eso me gusta tanto”, admite. 

Para ella, conectarse con este emprendimiento es involucrarse también con la riqueza de las plantas. “Las tenés en el jardín de tu casa y no les prestas atención, pero tiene múltiples beneficios y son sagradas. Por eso, desarrollar este proyecto es plantar semillas de conciencia sobre la importancia de las plantas en el mundo”.

Sobre el estampado botánico, explicó que mediante el calor se transfiere el pigmento y la forma de cada hoja. Siempre es una sorpresa porque intervienen muchos factores. Opina que lo hermoso del proceso es “que siempre vas a tener un producto inigualable”.

“Cada pieza se conecta con la emoción. Es un ser vivo más y tiene una energía particular porque cada planta tiene su vibración y eso se traslada a la prenda. Eso hace que sea única”.

Escucha parte de la entrevista: 

 


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