El plástico está en todos lados. Alan D’alfonso Peral decidió vincular en 2017 su amor por la náutica, el mar y los ríos con la necesidad de encontrar una respuesta al problema. Llamó a su amigo Alejandro Scaglia y le contó su idea.
“Eramos amigos del Club Universitario de La Plata. Alan se había ido a jugar al rugby a Francia y en un momento de su vida se dio cuenta que el plástico alrededor es un problema importante. Me contó que que tenía una idea para desarrollar y ahí nació la aventura”, contó Alejandro que es diseñador industrial.
El objetivo fue crear un robot flotante que limpie los puertos de desechos sólidos y líquidos, además de monitorear parámetros de calidad de agua. Alan fundó la compañía Recyclamer en suelo francés y crearon con Alejandro Geneseas. Dos años después fue presentado y premiado en la reunión del G7 en Francia.
El primer prototipo que fabricaron fue muy casero. Utilizaron un carro que utilizan los barrenderos, con un cesto de basura y ruedas. El robot de hoy dista mucho de esa primera experiencia. “Es computarizado, tiene un GPS con una aplicación web que brinda información sobre la calidad del agua”, describió Alejandro y agregó que el diseño se hizo en Francia y en 2020 se llevó un equipo a La Plata para continuar con el desarrollo del robot.
“Es computarizado, tiene un GPS con una aplicación web que brinda información sobre la calidad del agua”
Sus dimensiones son ligeramente superiores a las de una heladera portátil. En su parte superior tiene células solares, mientras que en la sección sumergida se encuentra un propulsor junto a un sistema de filtración y redes que aspiran y capturan residuos como envases, bolsas, líquidos y colillas.
Alejandro comentó que el proyecto tiene tres pilares muy claros. Uno de ellos tiene que ver con la concientización. Se trabaja en escuelas y organizaciones sociales con la idea de mostrar cómo funciona Geneseas. En esos encuentros se habla de los plásticos, del tiempo que demoran en desintegrarse. “Los chicos tienen hoy mucha información”, apuntó.
Otro pilar importante es brindar información sobre la calidad del agua. Se consideran parámetros de agua como la temperatura, la conductividad eléctrica y la turbidez. De esta forma -explicó Alejandro- se puede obtener una alerta temprana. Por ejemplo, cuando sucede un vuelco de aceite.
Por último, Geneseas tiene el objetivo de concretar la recolección de residuos que flotan en el agua hasta 30 centímetros de profundidad.
Los países de la Unión Europea se interesaron en la iniciativa. Tanto en eventos de salones náuticos con gente que tiene relación con puertos privados o capitanes que dirigen puertos de amarre. Ya hay equipos funcionando en Ibiza, Mallorca y La Rochelle.
“Estamos en una etapa de fabricación”, contó Alejandro y dijo que están trabajando con municipios de la provincia de Buenos Aires que presentan una situación más compleja en la calidad del agua, en comparación con puertos europeos. Por eso hay distintos tamaños de robot.
Admite que diseñar algo de cero tiene sus complejidades y varios profesionales asistieron su desarrollo. No fue nada fácil. “Se solucionó con mucho trabajo porque cuando haces algo con pasión, las barreras son aprendizaje”.